Poco a poco, a medida que más y más empresas se va trasladando a la nube pandemia mediante, algo empieza a preocupar a sus responsables: la pérdida de información a causa de los ciberataques. ¿La clave? Entender la importancia de una estrategia de ciberseguridad eficaz y comprender qué es lo que necesita protegerse.
De hecho, en el último año, la mitad de las empresas de Silicon Valley afirman haber sufrido algún ciberataque de origen desconocido. Pero el riesgo está en no tener un inventario completo de los activos que tenemos conectados a Internet, pues en caso de ataque las organizaciones sencillamente no podrán identificar y remediar sus brechas de seguridad. Porque lo preocupante, si volvemos a Silicon Valley, es que solo la mitad de sus empresas monitorean de forma continua sus activos digitales, y apenas un 60% habla del inventario de activos como una medida de precaución clave.
«En el último año, la mitad de las empresas de Silicon Valley afirman haber sufrido algún ciberataque de origen desconocido».
Los datos son bastante alarmantes: mientras que las empresas de la prestigiosa lista Fortune 500 afirman detectar una vulnerabilidad grave apenas cada 12 horas, quienes intentan atacar e infiltrarse en sus sistemas de ciberseguridad solo necesitan 45 minutos para infiltrarse y hacerse con activos comerciales vulnerables. De hecho, el problema se agrava por la escasez alarmante de profesionales de TI capacitados mientras la nube crece y crece a media que seguimos incrementando nuestras interacciones digitales y el trabajo en remoto, o que amplía inevitablemente los espacios susceptibles de ser atacados.
Los expertos avisan de la seriedad de la situación, que de hecho supone ya una clara amenaza sistémica a largo plazo. Las empresas, organizaciones e instituciones deben apostar por la ciberseguridad y ser conscientes de cuáles son los puntos de entrada críticos en sus entornos tecnológicos con el objetivo de reducir su potencial superficie de ataque y hacerlo en función de la información proporcionada por los datos. Porque lo esencial es entender que no solo están en riesgo nuestros activos digitales: nuestra reputación comercial, la fidelidad de nuestros clientes y hasta nuestra propia estabilidad financiera dependen del equilibrio en ciberseguridad de una organización.
«Los expertos avisan de la seriedad de la situación, que de hecho supone ya una clara amenaza sistémica a largo plazo».
A nadie escapa que los entornos en la nube son esenciales en la aceleración de los procesos de transformación digital de las organizaciones, pues nos ofrecen recursos flexibles, un importante ahorro en nuestros costes y, en definitiva, una mayor y mejor escalabilidad, y todas las proyecciones hablan de que la mitad de los activos de las organizaciones estarán en la nube pública tan pronto como en 2022, lo que aumentará los problemas de seguridad y privacidad para organizaciones de todos los tamaños. Es, de hecho, un game changer: asistimos a un cambio de paradigma acelerado que implica un gigantesco reto de seguridad.
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