Cuando hablamos de tecnología verde nos referimos, por lo general, a las conocidas como energías renovables, un sector que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años y que seguirá creciendo en paralelo a las demandas sociales de sostenibilidad.
Actualmente, se estima que el mercado mundial de las tecnologías verdes generará ingresos por más de 400.000 millones de dólares (en concreto, se habla de 417.350 millones de dólares) para el año 2030, lo que convierte a este sector en uno de los motores que impulsan la transición hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. En España, pero también en Europa y, en general, en todo el mundo occidental, las empresas y gobiernos apuestan cada vez más por la adopción de tecnologías limpias y la implementación de prácticas que reduzcan su impacto ambiental, empujadas por las exigencias de los consumidores, cada vez más concienciados con la adopción de medidas que frenen o mitiguen las consecuencias del cambio climático.
En España, las empresas y gobiernos apuestan cada vez más por la adopción de tecnologías limpias y la implementación de prácticas que reduzcan su impacto ambiental.
Dentro de este mercado “verde”, las áreas clave para el creciente serán, en los próximos años, todo lo relacionado con las energías renovables, pero también con el diseño de soluciones de eficiencia energética, gestión de residuos y transporte sostenible. Ciertamente, las energías renovables han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, y se espera que continúe la apuesta por la transición hacia fuentes de energía más limpias, pero también hacia la reducción del consumo de energía y de las emisiones de carbono en las industrias más contaminantes, el sector de la construcción y el transporte.