Que el futuro ya está aquí es algo que sabemos de hace un tiempo: neveras con wifi, televisores controlados por voz, aplicaciones para regular la luz o la calefacción en casa, aspiradoras conectadas desde el teléfono el móvil, juguetes inteligentes… ¿Pero qué pasa con nuestros datos personales?
Estos aparatos que nos facilitan la vida en el hogar no suelen contar con procesadores seguros y, en general, emplean conexiones bluetooth, lo que supone un agujero de seguridad evidente.
La realidad es que estos aparatos que nos facilitan la vida en el hogar no suelen contar con procesadores seguros y, en general, emplean conexiones bluetooth, lo que supone un agujero de seguridad evidente. De hecho, con los datos de nuestra maravillosa aspiradora automática, cualquiera con un mínimo de conocimientos técnicos podría conocer nuestras rutinas, a qué hora estamos o no en nuestras casas; o por ejemplo, sería posible hacerse con nuestros datos bancarios si los hemos introducido al darnos de alta en alguna de las muchas plataformas de televisión en streaming. Y ocurre lo mismo con las cámaras de vigilancia IP, o con otros muchos electrodomésticos, como calefactores o frigoríficos, que jamás asociaríamos con un riesgo de ciberseguridad.
Así que…, ¿qué hemos de hacer para evitar que estos aparatos se conviertan en una fácil puerta de bienvenida a hackers de toda ralea?
¡Ahí van algunos breves consejos!
- Sé paciente y lee al detalle las recomendaciones de configuración de cada aparato.
- Cambia siempre las claves de forma periódica.
- Desconéctalos de la Red cuando no vayan a estar en funcionamiento.
- Asegúrate de que está siempre actualizado.
- Si la autentificación en varios pasos está disponible, no lo dudes: actívala.