Es cierto que la tecnología cloud ya es algo común, y que estamos muy acostumbrados a escuchar el término e incluso a aplicarlo en nuestras conversaciones profesionales. Pero eso no significa que el cloud computing no esté lleno de falsas creencias, de mitos que bien merecen ser analizados, aunque solo sea por dar la importancia que merece a un sector que alcanzará, según todos los expertos, una cifra de gasto desorbitante en 2022, cercana a los 500.000 millones de dólares.
Estandarización vs. personalización
Ya no hay, o no sirven, las soluciones cerradas. El valor está en la personalización, y es fundamental que las empresas y organizaciones sean conscientes de que incrementar la flexibilidad de sus soluciones y plataformas en la nube, con un nivel mayor de personalización, es ya una de las claves para seguir siendo competitivos.
La seguridad es el camino
Es curioso que cueste tanto asentar esto, pues los expertos son bastante unánimes al respecto: la nube tiene la capacidad de ofrecer estándares de seguridad altísimos, incluso mayores que un centro de datos propio. Las inversiones para el desarrollo de esta clase de sistemas o soluciones se está incrementando exponencialmente año tras año, y las muchas innovaciones y mejoras no dejan lugar a la duda. La seguridad, mejor en cloud.
La preocupación por la accesibilidad
Hay muchas maneras de nombrarlo (compatibilidad, integración…), pero la accesibilidad a los datos o a la información es una de las mayores preocupaciones de empresas y organizaciones al dar el salto a la nube. Lo cierto es que la disponibilidad está garantizada y protegida, y las empresas deberían empezar a percibir la nube como un factor de competitividad, ajustándola, por supuesto, ante cualquier eventualidad.