A pesar de la preocupante escasez de semiconductores, que ha tenido y tiene al sector en alerta. La realidad es que en 2021, los tres subsectores más importantes del sector TIC registraron crecimientos esperanzadores: las telecomunicaciones crecieron un 10%, el hardware (los ordenadores), un 14%, y los componentes electrónicos alrededor de un 20%.
Por supuesto, sigue existiendo una altísima demanda de semiconductores debido a la aceleración de los procesos de transformación digital y de automatización industrial, junto al crecimiento exponencial de nuevos sectores o segmentos, como por ejemplo el de los vehículos eléctricos. En este sentido, la perspectiva es de normalización para 2024, a tenor de las inversiones que ,los proveedores están realizando a lo largo de este año y las previstas para el siguiente.
Hay, por supuesto, muchos riesgos, pues la situación internacional es aún muy volátil: desde la altísima inflación a los ajustes de las políticas monetarias en Europa y EEUU, hay razones también para la cautela, sobre todo por la guerra de Ucrania, pues es allí donde se produce buena parte del neón, esencial para la manufactura de los chips.
Si nos centramos en España, todos los expertos mantienen que la demanda tecnológica, entendida en un sentido amplio, se mantendrá estable, aunque puede ralentizarse en el medio plazo.