El proceso abierto para investigar la posibilidad de una divisa electrónica europea fija su fecha límite para de octubre del año 2023.
La posibilidad de que exista un euro digital sigue siendo incierta, y el Banco Central Europeo nos hará esperar más de un año hasta comunicarnos su decisión sobre la versión digital del euro. Son 30 profesionales de la industria de los pagos electrónicos, bajo el nombre de Market Advisory Group, quienes estudian la materia y emitirán el dictamen preceptivo.
El responsable de la política monetaria del BCE, Olli Rehn, ha afirmado que la existencia de un euro digital podría ser muy beneficiosa, facilitando los pagos transfronterizos, y añadiendo una “opción adicional sobre cómo pagar” a los ciudadanos particulares.
Hay, por supuesto, dificultades, como todos esos elementos estructurales, típicos ya del mundo de las criptomonedas, y entre los que destaca los riesgos de ciberseguridad o la enorme volatilidad de chas divisas digitales. La diferencia sería que un hipotético euro digital estaría respaldado por el BCE, de forma que su constitución como nueva moneda segura podría facilitar la estabilidad un sector tan voluble, impulsando la confianza en el sistema financiero.