La transformación digital no puede ni debe estar reñida con la sostenibilidad. Emplear la digitalización como motor de la sostenibilidad implica algo más que innovación tecnológica.
Resulta esencial en la sostenibilidad en todo el sistema y hacerlo desde el principio. Para satisfacer las expectativas de todos los agentes implicados en los procesos de digitalización (empleados, clientes e inversores) es necesario abordar una transformación integral, aprovechando el enorme potencial de los datos y comprender el papel de los empleados y empleadas en el proceso.
Por un lado, hemos de apostar por las llamadas “tecnologías verdes”, que permiten soluciones digitales que minimizan o, incluso, evitan completamente las emisiones contaminantes. Asimismo, las tecnologías digitales posibilitan un ahorro de energía importantísimo, de hasta diez veces más energía de la que se consume. Se trata de soluciones que incrementan la eficiencia y eficiencia energéticas y de materiales, entre ellas la inteligencia artificial, el análisis de datos, la automatización o los servicios cloud.
Cuanto mayor es el flujo de información de las empresas sobre el funcionamiento y las características de sus productos, servicios o sistemas, más fácil será su optimización y el consiguiente impulso de la sostenibilidad.
Por el otro, hemos de atender al poder de los datos, generando la transparencia imprescindible para analizar y mejorar los procesos productivos y funcionales. De hecho, cuanto mayor es el flujo de información de las empresas sobre el funcionamiento y las características de sus productos, servicios o sistemas, más fácil será su optimización y el consiguiente impulso de la sostenibilidad. No olvidemos, asimismo, que los datos son el fundamento de la innovación. La tecnología basada en IA puede aumentar la sostenibilidad ecológica siempre que dicjo principio informe todo el proceso desde su configuración inicial.
Por último, es importante que no olvidemos que el impacto de las tecnologías solo es posible si se utilizan de forma correcta, y es precisamente en este punto donde las personas trabajadoras, los empleados y empleadas, seguirán desempeñando un papel esencial. De hecho, en una transformación que se pretenda sostenible, el CIO y su equipo asumirán una doble función: al seleccionar e implementar soluciones digitales sostenibles, garantizarán una TI verde, contribuyendo a que toda la organización opere de forma respetuosa con el medio ambiente. En segundo lugar, desde enfoques con base en los datos, se posibilitará la digitalización de productos, servicios y procesos, siempre desde la transparencia y el control hasta la transformación de procesos operativos.