Sin que hayamos explorado aún las muchas posibilidades del grafeno, se ha descubierto un nuevo material alternativo para el desarrollo de dispositivos electrónicos de mucha mayor potencia.
Las características y capacidades del nuevo material, y sus aplicaciones en el campo de la electrónica, se han descrito en un proyecto internacional de la Universidad de Granada, dirigido por el investigador español Francisco Pasadas Cantos en colaboración con otros científicos de universidades internacionales.
Por primera vez se ha logrado demostrar el posible uso del teluro den el desarrollo de aplicaciones electrónicas de alta frecuencia, en concreto aplicaciones dirigidas a habilitar las conexiones inalámbricas de los futuros sistemas de comunicación 5G o 6G.
Los resultados obtenidos son, desde luego, prometedores y potencian el uso del teluro en campos de investigacipon y aplicación que se creçia reservados para el grafeno, como por ejemplo su empleo en bloques de sistemas de comunicación inalámbricos, como en los mezcladores de señales y los detectores de potencia que operan en gigahercios.
El teluro o telurio (Te) es un calcógeno que conocemos desde finales del siglo XVIII. Recibe su nombre del latín tellus, “la tierra”. Frente a otros materiales bidimensionales, como es el caso del fósforo negro o el fosforeno, el teluro es un material de alta estabilidad, con gran movilidad electrónica y flexibilidad mecánica y que, frente al famoso grafeno, tiene lo que se denomina una banda energética prohibida no nula, lo que hace que tenga un potencial enorme para su aplicación en la electrónica y ola optoelectrónica.
Entre sus áreas de trabajo, se encuentra el desarrollo de sistemas recolectores de energía ambiental electromagnética para reducir el uso de baterías y pilas y evitar su impacto medioambiental.