La UE es la institución global que ha demostrado mayores reflejos a la hora de legislar sobre el desarrollo, uso y aplicaciones de la inteligencia artificial, acelerando la tramitación de legislación sobre la materia con el objetivo de proteger los derechos de las ciudadanas y ciudadanos europeos y prevenir los riesgos de un posible uso descontrolado.
El pasado diciembre, coincidiendo con el final de la Presidencia de turno de España en la UE, el Parlamento Europeo y el Consejo anunciaron un acuerdo respecto a las líneas esenciales de la nueva Ley de Inteligencia Artificial. La principal novedad estará en establecer cuatro niveles de riesgo sobre el uso de la IA, así como las sanciones o multas para los posibles incumplimientos.
Parece haber consenso entre los expertos, quienes hablan de un avance claro en la protección de nuestros derechos frente a prácticas invasivas o abusivas, pero también de medidas adecuadas para facilitar futuros desarrollos tecnológicos. El enfoque de la nueva legislación es claro: implementar medidas de protección y algunas restricciones al uso de la IA, sobre todo en lo que a los sistemas de identificación biométrica en entornos públicos se refiere.
Se trata, en cualquier caso, de una regulación nueva, pionera y, desde luego, sin precedentes, por lo que sin duda habrá ajustes en su tramitación y aplicación futuras, empujadas por los avances y novedades. La nueva legislación se convertirá, de hecho, en el modelo a seguir para la regulación de países extracomunitarios.
¿Cómo afectará a las empresas?
La ley fijará límites al uso de la IA y establecerá un marco tasado para la futura cooperación entre reguladores, empresas e investigadores. Sin ir mñás lejos, en España el Consejo de Ministros aprobó el pasado noviembre un Real Decreto por el que se habilita al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, a abrir la convocatoria a las empresas españolas pque lo deseen para que puedan formar parte del entorno controlado de pruebas, llamado “sandbox”, previsto en el Reglamento Europeo.
En cualquier caso, hay que recordar que la nueva ley europea no estará completamente en vigor hasta el 2026, puesto que se implementará por fases. Lo primero será crear la oficina europea y luego, en un plazo de 6 meses desde su aprobación, se implementará la prohibición de los modelos de alto. Al año, entrarán en vigor los requisitos para los sistemas y modelos de IA generativa.